Tuesday, September 30, 2008

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1. No hay mucho por contar: hará lo que hace casi todos los días. Pero hoy, lo sabe, es distinto. Por mejor decir, ella quiere que sea distinto. Ha decidido tomarse un tiempo considerablemente mayor al usual para arreglarse. Después del baño, seca su cuerpo frente a la ventana. Es mediodía. Siempre que se pinta, siempre que recurre a aquella parafernalia de los afeites y de los productos cosméticos, es con discreción y de manera rápida. Debe saberse esto para imaginar cuál es la naturaleza de esta atención que ha puesto hoy en su arreglo. Seca su cabello, No piensa. Es decir, su pensamiento es un punto fijo hacia el que ella mira: no sabe qué decir, cómo decirlo. Es mediodía. Ha elegido su ropa, ha elegido cada prenda valorando su pertinencia. Se viste lentamente. Ella sabe que su pensamiento es un punto en el que puede mirarse mientras se viste, un calor que le recorre el cuerpo, una amarga alegría que le toca cada parte y la colma, la deja vacía. Se ha puesto sus mejores zapatos. Después de vestirse se queda sentada en la cama. No sabe qué decir, ni a quién decírselo. Está marcada. Lo sabe.

2. Un fragmento: Era como tú dijiste, necesito que me golpeen, / que me lastimen para sentir un poco de cariño. / Era yo, no tú, la que está acostumbrada a los golpes.

4 comments:

Anonymous said...

Me gusta tu estilo. Un saludo...

Anonymous said...

tu correo...es?

Anonymous said...

ay algo que debo mostrarle

Bicéfalo said...

klingzor_@hotmail.com